La agricultura es uno de los sectores clave en los cuales los sensores remotos aportan valor agregado. La teledetección tiene una amplia gama de aplicaciones para los usuarios de la agricultura (por ejemplo, mapeo del suelo y de los cultivos, la optimización de la densidad de semillas definición, la gestión del riego, o la estimación del rendimientos).
El Programa Copérnico con sus satélites Sentinel y otros sensores se considera como el factor clave para la expansión de la teledetección en el sector de la agricultura.
Ambos satélites ya están en funcionamiento. Sentinel-1 y Sentinel-2 ofrecen datos de forma gratuita, lo que debería permitir a las empresas ofrecer a los agricultores productos y servicios más accesibles. También, como se ponen en marcha las misiones de seguimiento de la frecuencia, la cobertura de datos aumentará - particularmente importante para los sensores ópticos donde las nubes pueden interponerse en el camino.
El costo de la adquisición de datos fue uno de los principales obstáculos identificados para el desarrollo de aplicaciones de agro-tecnología por satélite. La situación está cambiando rápidamente para mejor.
Sentinel es parte del programa Copérnico de observación de la tierra, e incluye seis familias de satélites, cada uno con diferente foco, y miles de sensores en tierra, mar y aire para ayudar a monitorear nuestra tierra. Esta red de satélites provee fuentes de datos que pueden ser usadas para agricultura de precisión, predicción de pestes y enfermedades y cuantificación de sequías o inundaciones.Si bien los datos de los satélites Sentinel son gratuitos, requieren de procesamiento y análisis para ser utilizados, lo cual crea oportunidades de negocio para los proveedores de servicios.
En el oeste bonaerense, Santiago del Solar hace en el 100% de la superficie un manejo según el potencial del suelo
Santiago del Solar se dio cuenta que algo debía hacer para trabajar con las diferencias de ambiente y potencial que observaba en el campo que administra. De partes con 50% de arena, a escasa distancia ese porcentaje se elevaba al 75%. Y un maíz que rendía 3500 kilos por hectárea en una loma a unos 70 metros saltaba a 11.000 kilos donde bajaba el relieve.
Del Solar es administrador de Sastre Inchauspe, una empresa familiar que maneja unas 8000 hectáreas (1000 alquiladas) cerca de 30 de Agosto, en el partido de Trenque Lauquen. En una zona con historia ganadera, en 1998/1999 pasaron a siembra directa permanente y en 2004 comenzaron a interrogarse por las diferencias que se acentuaban en los dos campos en producción, El Correntino y La Frontera. Allí el contenido de arena es muy variable y en la zona el promedio de lluvias ronda los 800 milímetros, pero de un año a otro puede ir de 550 a 1400 milímetros.
Vieron que la respuesta para esta disparidad estaba en la agricultura por ambientes y hoy tienen el 100% de la superficie trabajada de esta manera. El año pasado, recibieron el premio LA NACION-Banco Galicia a la Excelencia Agropecuaria por la mejora aplicada en la categoría Mejor Agricultor.
En maíz están consiguiendo ahorros de 40 a 120 dólares por hectárea con la densidad y fertilización variable. Además pusieron al campo en la vanguardia en otros temas, como la "inteligencia" en el trabajo de napas, el monitoreo georeferenciado de plagas y el manejo de prácticas para bajar cualquier impacto ambiental de la actividad.
Altimetría, imágenes satelitales, GPS, análisis y monitores fueron algunos de los conceptos que pasaron a formar parte del lenguaje habitual en el campo.
La agricultura por ambientes implicó un cambio de paradigma. Dejar atrás los promedios y empezar a definir primero macroambientes y luego microambientes para tomar decisiones acorde a cada realidad productiva.
"Antes teníamos lotes de 110 hectáreas. Hacíamos muestreos y nos daban, por ejemplo, 18 ppm de fósforo en una parte y luego 3, 6 u 11 ppm en otras. Entonces hacíamos un promedio y fertilizábamos en función de ese promedio. En ningún momento fertilizábamos en función de la cantidad de fósforo necesaria para cada uno de esos lugares. Trabajábamos en función del promedio y el promedio no existe. Nos quedábamos cortos en algún lado y nos sobraba en otro", expresó el productor a LA NACION.
Otra preocupación que tenían era poner la cantidad de plantas que necesitaban las media lomas y los bajos buenos, que son los lugares con mayor rinde, y hacer lo mismo con las lomas.
Sucedía que si en una loma alta, con 75% de arena, ponían 70.000 plantas y luego llovía poco, el rinde terminaba desplomándose a, por ejemplo, 20 quintales. Pero el rinde hubiera sido 55 quintales si en cambio bajaban la densidad a 50.000 plantas.
"El exceso de plantas en maíz perforaba el piso de rindes. Invertías más y hacías las cosas peor", recordó.
En este contexto, en 2004 irrumpió el concepto de macroambiente. Recurrieron a la altimetría, para ver el nivel sobre el mar y las correlaciones con el contenido de arena y avanzaron también con los primeros mapas y monitores de rendimiento.
Empezaron a manejar así macroambientes dibujando el tipo de suelo. Generaron macroambientes (determinados por el contenido de arena, el relieve y el potencial de rinde) que quedaron fijos para fechas de siembra, rotación y variedad/ hibrido.
Chau alambrados
"Sacamos los alambrados, ambientamos todo y dijimos que para ambientes distintos debe haber manejos distintos", contó. "En el macroambiente de mayor productividad buscamos el híbrido más caro y en el de menor productividad vamos con el híbrido un poco más barato", ejemplificó.
Luego avanzaron con los mapas de microambientes, donde conviven suelos heterogéneos. Allí varían, respecto de las cosas fijas del macroambiente, la densidad de siembra y la fertilización. En esa tarea se encontraron que había un fuerte impacto por hacer este manejo con el maíz, el de mayor impacto para la tecnología.
"En maíz variamos de 50 kilos a 120/130 kilos en urea y en fósforo tenemos variaciones de 60 a 110 kilos. Hacemos eso dependiendo del potencial de cada ambiente", expresó Del Solar. En densidad las variaciones pueden ir de 55.000 a 70.000 plantas, por ejemplo.
Para ilustrar según el ambiente, en un bajo bueno, no inundable, el nitrógeno objetivo es 160 kilos de nitrógeno, el fósforo objetivo 20 ppm y las plantas objetivo 75.000. Todo esto apuntando a un rinde también objetivo de 11.000 kilos por hectárea.
Luego, para una media loma a la que se le pide un rinde un poco más bajo, de unos 9000 kilos, el nitrógeno objetivo es de 140 kilos, el fósforo objetivo se mantiene en 20 ppm y la cantidad de plantas cae a 70.000.
Finalmente, en la loma, que puede dar 8000 kilos, se baja el nitrógeno objetivo a 120 kilos de N, el fósforo a 18 ppm y la densidad de plantas se reduce a 65.000, por ejemplo. "Cuando hay más arena bajás más la densidad, porque en un verano muy seco en un suelo arenoso el rinde se cae fuerte por la competencia entre plantas", precisó.
En la empresa hablan de un ahorro de entre 40 y 120 dólares por hectárea en maíz por hacer densidad y fertilización variable. "Por ahí tenés rindes de 5000/6000 kilos en la loma cuando antes, en una seca, por el manejo homogéneo tenías 2000 kilos por hectárea o cero. Y luego tenemos 12.000 kilos en las media lomas y bajos, pero la clave es que estamos aplicamos el paquete adecuado para explorar el techo. Antes nos quedábamos cortos por aplicar promedios", concluyó el productor.
El paso a paso de la agricultura por ambientes
Diferencias en el ambiente
En el campo, en siembra directa permanente en 1998/99, empezaron a notar diferencias. En una parte tenían 50% de arena y a 40 metros ese porcentaje subía a 75 por ciento. Trabajaban con promedios
La llegada de los macroambientes
Lo primero que se hizo fue delimitar macroambientes del suelo y para trabajar en ellos se definieron elementos fijos como fecha de siembra, rotación, híbrido/variedad
Microambientes, la oportunidad
Definidos los macroambientes, el siguiente paso vino con los microambientes. El foco pasó a estar puesto en variar densidad de plantas en maíz y fertilización
Impacto clave en el maíz
El cultivo que más respondió al nuevo manejo es el maíz, donde se encontraron ahorros de insumos de entre 40 y 120 dólares por hectárea
La soja bajo la lupa de la tecnología
En soja, según la situación, pueden realizar el cultivo con o sin fósforo. En las lomas, de mayor riesgo si llegara a llover poco y con menor retención de agua, recurren a fechas más tardías y ciclos más largos para derivar el período crítico a febrero. En tanto, en los suelos más tendidos y de mayor potencial ponen ciclos más cortos
La maquinaria disponible
Empezaron con equipos propios y luego confiaron el servicio a contratistas que se especializaron según las necesidades de la empresa
El impacto en el ambiente
No se realizan aplicaciones de más no sólo por un motivo económico, sino ambiental. En la firma sostienen que ambos factores están alineados
Más herramientas
El monitoreo de plagas con puntos georeferenciadas y la medición de napas son otras técnicas que usan para tomar decisiones
Es el vDrive, un sistema que logra densidades más precisas. Será lanzado oficialmente en Expoagro. Cuál es el paquete tecnológico que propone.
Precision Planting se apresta a incorporar en Argentina una de las últimas innovaciones de la compañía para la siembra de precisión: El sistema de dosificación eléctrica vDrive.
Se trata de un control de dosificación eléctrica para sembradoras que permite un manejo más preciso y simple de la densidad de implantación, surco por surco. Su lanzamiento oficial en Argentina se concretará en la próxima edición de Expoagro.
El sistema vDrive ejecuta prescripciones de dosis variable y corte de secciones por surco, “con una precisión sorprendente, sin la necesidad de ruedas de mando, motores hidráulicos, ejes, cadenas ni engranajes y embragues, lo cual simplifica el uso y mantenimiento“, destacan en la empresa.
Fue diseñado para ser acoplado al dosificador neumático vSety es controlado por el monitor/computadora de siembra 20/20 SeedSense. El sistema consta de motores eléctrico de 12V, de alta performance.
Productos
En 2014, Precison Planting presentó en Argentina su línea de productos de Agricultura de Precisión:
Precision Planting es una empresa con base en Tremont (Illinois, Estados Unidos), especializada en el desarrollo de productos de Agricultura de Precisión aplicables a tareas de siembra… (ver más).
El FieldView Drive es una herramienta que captura información en tiempo real para su posterior análisis. El sistema conectado a través del puerto ISOBUS de la máquina, y es el último de un número creciente de dispositivos similares que llegan al mercado, cada uno con su propio enfoque de la recolección de datos. Foto: Climate Corp.
Las herramientas de análisis de datos están con hambre. Ellas requieren una gran masa crítica de datos en crisis, porque cuanto más datos, más precisa será la información y más las maneras clasificar y analizar para poder llegar a algo que tenga sentido para el usuario medio.
La tecnología está llegando a los campos, y hará que la toma de los datos sea proceso automático. Un pequeño dispositivo electrónico, llamado data logger, o registrador de datos, puede ser conectado a un tractor o del puerto de diagnóstico de una cosechadora, y todos los datos que vienen a través de la red del controlador de la máquina, también llamado Canbus. Cualquier parte de la máquina con un sensor conectado se puede medir y registrar, junto con su ubicación, proporcionada por una antena GPS.
La tecnología se ha utilizado en otras industrias durante años. Por ejemplo, la industria del automóvil la utiliza para recoger los códigos de problemas de diagnóstico que un técnico puede leer, con el objetivo de mejorar el servicio. La industria de la salud utiliza registradores de datos, también, para realizar un seguimiento de los signos vitales como la frecuencia cardíaca. Otro ejemplo se encuentra en la industria de las aerolíneas, donde un registrador de datos de vuelo puede ser utilizado para anticipar los problemas de rendimiento.
Ahora, las mismas herramientas se utilizan en la agricultura ya que las empresas quieren mejorar la calidad de sus productos y servicios para la los farmers o agricultores de todo el mundo.
El último ejemplo viene de Climate Corporation, que ha lanzado recientemente el FieldView Drive, un dispositivo que se conecta al tractor o cosechadora, vía el puerto de diagnóstico Controller Area Network (CAN) y utiliza la tecnología Bluetooth para asignar de forma inalámbrica los datos de campo en un iPad en tiempo real.
Climate Corporation dice en un comunicado de prensa:
"Los datos se muestran digitalmente como un agricultor pasa a través de un campo, lo que permite al agricultor comprender fácilmente el rendimiento del híbrido para el campo, la zona del suelo y la población con vistas apareadas, como densidad de siembra y datos de rendimiento. Y esos son sólo algunos de los beneficios ".
El dispositivo funciona con sembradoras John Deere y Case IH y cosechadoras John Deere . La compañía tiene previsto ampliar las capacidades de FieldView Drive en próximas campañas.
"Porque creemos que se pueden obtener avances significativas en los rendimiento y eficiencias mediante el aprovechamiento del poder de los datos, nuestra intención es ampliar en gran medida las capacidades de FieldView en más marcas de equipos y tipos de máquinas para apoyar las actividades y cultivos claves en la agricultura", dijo Doug Sauder, director senior de producto para Climate Corporation. "Estamos trabajando para garantizar que los agricultores obtengan información valiosa de sus datos en el campo."
El nuevo registrador de datos FieldView Drive de Climate Corporation es fabricado por la misma compañía que diseñó el 640Drive, antes conocido como 640 Labs, una empresa de análisis de datos y tecnología que fue comprada por Monsanto hace unos años. Los datos de sus registros se introducen en un software de análisis avanzado, que procesa millones de puntos de datos y busca valores atípicos, los cuales muestra como picos, en los datos, lo que podrían indicar un problema.
Patrick Dumstorff, de 640 Labs, a quien entrevistamos para una historia sobre su 640Drive, dijo que los datos que recogen son más detallados o "granulares" que lo que se ve en un monitor convencional, ya que se están midiendo más puntos de datos. Dumstorff explicó que las fábricas utilizan algoritmos de software similares para detectar un problema en una línea de montaje. Aplicado a la agricultura, el software puede identificar los problemas en un campo.
"No juzgamos los datos", dijo Dumstorff. "Nuestro objetivo es presentar los hechos y buscar patrones que podrían explicar cualquier variación."
Para ilustrar esto, nos mostró un mapa de aplicación química de un lote de 80 acres en Iowa. "Como se puede ver, hay pequeñas líneas rojas que muestran exactamente cada 60 pies, dice Dumstorff. "Estos patrones iguales no se encuentran en la madre naturaleza, lo que sugeriría un problema mecánico con el pulverizador. Resulta que una de las secciones de la barra no estaba funcionando. Todo lo que hubiera hecho falta era una llave para resolver el problema ".
Más jugadores entran en el mercado
Otras empresas han salido con los registradores de datos, también. Por ejemplo, Agco tiene su dispositivo, también llamado un "dongle", utilizado para recoger información de maquinaria, como la velocidad, RPM, superficie cubierta, y los datos de mantenimiento. Farmobile tiene un PUC naranja que toma el mismo tipo de información acerca de una máquina. FarmLogs, un dispositivo, llamado "FarmLogs Flow", se conecta al Canbus de las cosechadoras para recoger datos de rendimiento. Hay otros ejemplos, también.
Pronto habrá más empresas que ofrecen los mismos dispositivos de recopilación de datos, ya sea como parte de la maquinaria agrícola nueva o bien para instalar en máquinas usadas. Y, en teoría, el cielo es el límite en lo que estos registradores podrán medir. Tomemos por ejemplo un sensor en una sembradora que puede medir la humedad del suelo, o un sensor en un disco que puede medir la dureza del suelo. Cuando se coloca en una máquina, estos registradores hacen recopilación automática de datos, y en última instancia, actuarán sobre la máquina para ajustar en tiempo real.
Una vez que tenga el registrador, todo lo que necesita es el software de procesamiento y analítica avanzada para predecir los resultados de rendimiento. Las empresas pueden utilizar los datos para alimentar sus herramientas avanzadas de modelado de cultivos que pueden predecir una respuesta en rendimiento de ciertas variables como el clima, los niveles de nutrientes, las propiedades del suelo, y las plagas. Los agricultores, a su vez, pueden utilizar los datos para tomar decisiones operativas más informadas como lo semillas a sembrar, lo pesticidas a comprar, o qué tipo de equipamiento podría ser necesario.
La conclusión es, que hay que alimentar a la bestia, que es el software de modelado. Y ahora usted tiene la tecnología para hacerlo.
La tecnología de siembra está inmersa en una corriente transformadora que fluye hacia altos niveles de eficiencia. En ese marco, Precision Planting apuesta en 2016 a continuar ampliando su negocio en Argentina.
“Extenderemos la red comercial para tener una cobertura aún más amplia y poder acercar nuestras tecnologías al productor”, señaló Gonzalo Lorenzo, gerente de Negocios en Latinoamérica de la compañía.
Una de las formas de acrecentar la presencia consistirá en participar de las principales muestras del país, como Expoagro.
Más innovaciones
Para la campaña 2016/17, Precision Planting lanzará un nuevo producto: El vDrive, un motor eléctrico que se agrega al dosificador vSet Precision Planting.
“Es un producto que promete ser revolucionario en cuanto al concepto de siembra, ya que con él se logra el control cuerpo por cuerpo de la sembradora”, indicó Lorenzo.
De este modo, cada sembradora será capaz de lograr una dosificación variable por cuerpo y mejorar la calidad de siembra. Al mismo tiempo, se simplifica el mantenimiento de la sembradora.
Empresas
Además de llegar directamente a los productores, actualmente Precision Planting está trabajando con empresas líderes en el segmento de sembradoras, como Crucianelli y Agrometal. Pero no descarta otros vínculos.
“Nuestra estrategia será continuar trabajando con compañías clave que compartan nuestra visión de llevar mayores rendimientos y beneficios a los productores y contratistas”, sostuvo Lorenzo.
En este sentido, la intención es crecer no sólo en la red de distribución sino también con fabricantes de sembradoras.
Productos
En el mercado argentino, Precision Planting cuenta, entre otros, con los siguientes equipos:
¿Cómo monitorear y cuándo controlar enfermedades foliares?
Las enfermedades de fin de ciclo y la mancha ojo de rana son enfermedades que frecuentemente afectan el rinde de soja. Es necesario monitorear el cultivo para cuantificar su nivel y decidir la conveniencia y el momento oportuno para su control.
Fuente: agroconsultasonline
El cultivo de soja puede ser afectado por distintas enfermedades foliares que generan pérdidas de rinde. Las enfermedades foliares actúan reduciendo el área foliar verde, su duración y actividad. Como resultado, puede disminuir la tasa de crecimiento del cultivo en etapas críticas de fijación de vainas y granos y/o limitar la disponibilidad de fuente (hojas) para el llenado de granos.
Dentro de las enfermedades foliares del cultivo de soja, el complejo de Enfermedades de Fin de Ciclo (EFC) es el de mayor difusión e impacto. Entre las enfermedades que forman este complejo, Mancha Marrón (causada por Septoria glycines) y Tizón morado de la hoja -también ocasionando la Mancha púrpura de la semilla- (causada por Cercospora kikuchii), son las más importantes. Otra enfermedad foliar relevante para el cultivo de soja es la Mancha Ojo de Rana (MOR, causada por Cercospora
sojina).
1. Descripción de las enfermedades
En el monitoreo a campo, es importante reconocer las distintas enfermedades dado que a las mismas se aplican distintos criterios de control. Asimismo, es necesario distinguir los daños de las enfermedades fúngicas (que pueden ser controladas) de daños similares causados por bacterias, quemado por sol o fitotoxicidad de herbicidas o coadyuvantes.
Por tratarse de patógenos necrotróficos, el inóculo de las tres enfermedades está presentes en semillas y rastrojo y su magnitud está fuertemente influenciada por la rotación y el sistema de labranza.
La Mancha Marrón aparece con tiempo húmedo y cálido. Los síntomas comienzan en las hojas inferiores y se propagan hacia arriba por salpicaduras de lluvia. Inicialmente se observan manchas cloróticas. Luego el centro de las mancha se necrosa y permanecen rodeadas de un halo clorótico. Generalmente la hoja no se raja. Finalmente la hoja se pone amarilla y senesce prematuramente.
La Mancha Marrón puede confundirse con hojas afectadas por estrés hídrico y con Tizón bacteriano. En el caso del estrés hídrico, la diferencia es que las hojas no presentan manchas necróticas. En el caso del Tizón bacteriano, las manchas suelen comenzar en las hojas superiores, las láminas se rajan en las lesiones y los bordes se necrosan pues la bacteria se contagia con el roce de las hojas.
El Tizón Morado aparece con tiempo húmedo y requiere temperaturas algo superiores a la Mancha Marrón. Los síntomas de Tizón aparecen en las hojas superiores, ya que se propaga por acción del viento. Inicialmente las hojas se arrugan tomando después un color marrón/morado en el haz. Luego las nervaduras se ponen violáceo-oscuras y también los bordes de los pecíolos. Finalmente, cuando avanza hasta las vainas pueden afectarse las semillas tomando un color púrpura (reduciendo la calidad y el poder germinativo).
El Tizón Morado puede confundirse con quemado por sol. Sin embargo, tanto el arrugado de la lámina como la coloración violácea de nervaduras y pecíolo son distintivos de la enfermedad.
La Mancha Ojo de Rana aparece con tiempo húmedo, cálido (especialmente temperaturas nocturnas superiores a 20 °C) y alta radiación. La enfermedad se propaga por viento (distancias cortas), salpicaduras de lluvia y semilla.
Puede presentar múltiples ciclos dentro del ciclo del cultivo. Al inicio se observan pequeñas manchas angulares o circulares, de color castaño rojizo, sólo en la cara superior de la hoja. A medida que avanza, el centro de las manchas se torna castaño más claro quedando rodeadas de un halo castaño más oscuro. Es distintivo de esta enfermedad la ausencia de un halo amarillento alrededor de la lesión. Al fin del ciclo del cultivo pueden aparecer lesiones en tallos y vainas.
2. Monitoreo
El efecto de las enfermedades sobre el rinde depende del nivel de infección y la condición del cultivo. El monitoreo tiene como objetivo determinar el tipo de enfermedades presentes y el nivel de infección. En base a esto se decide la conveniencia de un control químico en cada lote.
A continuación, se propone una alternativa para monitoreo de enfermedades en soja. El monitoreo pretende cuantificar el nivel de incidencia y severidad de EFC (y si es posible distinguir entre Mancha Marrón y Tizón, aunque no es crítico) y MOR. El procedimiento propuesto es el siguiente:
· Comenzar el monitoreo hacia fin de la etapa de expansión de hojas (usualmente R2) y extenderlo hasta R6.
· Realizar el monitoreo en los mismos sitios de muestreo de plagas y con la misma frecuencia.
· En cada sitio de muestro tomar 2 plantas al azar.
· Eliminar ramas y contar número total de hojas verdes (hojas que tengan >20% de área verde) del vástago principal.
· Tomar las hojas verdes y luego separar el folíolo central de cada hoja verde; si está dañado, tomar el izquierdo.
· Contar número de folíolos con presencia de EFC y MOR.
· Calcular la Incidencia de EFC y MOR como número de folíolos enfermos / número de folíolos sanos.
· Estimar la Severidad utilizando una escala cualitativa: Para EFC clasificar en Baja, Media o Alta. Para MOR, clasificar en Baja (<5 manchas / hoja, Grado 1-2 de INTA) o Alta (>5 manchas por hoja).
Una representación aproximada de este procedimiento se presenta en la figura 1.
Figura 1. Representación de la evaluación de enfermedades en una planta. (Fotos de F. Bert, Cultivar Conocimiento Agropecuario).
3. Control
Numerosos ensayos en distintas zonas productivas han mostrado durante los últimos años aumentos de rinde por el control de enfermedades en soja. La chance de encontrar respuestas a la aplicación de fungicidas y su magnitud depende del tipo y nivel de enfermedades presentes (medido en el monitoreo) y el estadio fenológico y potencial de rinde del cultivo. Así, los criterios de control que se proponen se basan en estas 2 variables.
· Antes de R3: Se controla con niveles relativamente altos dado que aún no se alcanzó el período crítico de generación de rinde. Se propone controlar cultivos de condición de rinde medio-alto y con bajo stress cuando la incidencia de EFC es mayor a 60% o la de MOR mayor a 50%. En ambos casos no se sugiere controlar si la severidad es baja.
· R3-R5: Se controla con niveles relativamente bajos ya que es el período crítico. En cultivos con alto potencial de rinde, para cuidar las hojas, se sugiere controlar desde niveles muy bajos: 20% de incidencia de EFC o MOR independientemente de la severidad. En cultivos con bajo rinde potencial (por ejemplo menos de 2800 kg/ha) es posible aumentar los niveles para el control: desde 30% de incidencia de EFC o MOR, con severidad media o mayor para EFC y baja o mayor para MOR.
· Después de R5: Luego de finalizado R5 el rinde está prácticamente definido por lo que los niveles de enfermedades para control aumentan a valores semejantes a los detallados para estados anteriores a R3.
Los niveles de incidencia y severidad para decidir el control mencionados en los ítems anteriores son sólo orientativos y podrían modificarse o evaluarse en función de la condición del cultivo al momento de la decisión, las perspectivas meteorológicas, la relación precio de grano / costo de aplicación, etc.
Las respuestas medias esperables por el control de enfermedades con fungicidas, si bien presentan considerable variabilidad, frecuentemente varían entre los 200 y 300 kg/ha. En general, las mayores respuestas se encuentran con aplicaciones cercanas a R3.
Aplicaciones más tardías (por ejemplo R5) suelen mostrar respuestas menores.
Asimismo, controles dobles (R3+R5), salvo excepciones, no tienden a mostrar ventajas significativas. El cuadro 1 muestra un ejemplo de la magnitud de respuestas según momento de aplicación de fungicidas en ensayos realizados en dos campañas en el centro de Buenos Aires.
Cuadro 1. Respuestas de rinde de soja al control de enfermedades con fungicidas en distintos momentos del ciclo en dos campañas en el centro de Buenos Aires.
La posibilidad de manejar las enfermedades de soja a través del uso de fungicidas eficaces en situaciones monitoreadas permite recuperar una buena parte del rendimiento. Sin embargo, es importante reconocer que la rotación de cultivos (por ejemplo, durante dos años en el caso de MOR) reduce la cantidad de inóculo en los lotes y, en muchos casos, reduce la necesidad de uso de fungicidas en los cultivos de soja.
Por otra parte, la resistencia y tolerancia genética de las variedades (particularmente en el caso de MOR) ha mostrado ser un atributo importante para reducir marcadamente la incidencia de la enfermedad. Estos casos reflejan cómo nuestras decisiones tempranas en la planificación del cultivo, desde la elección del lote y la variedad, también condicionan el escenario de decisiones. A partir de allí, el monitoreo y oportunidad control de las enfermedades son aliados en la búsqueda de mejorar los resultados del cultivo.
Dr. Ing. Agr. Emilio Satorre y Dr. Ing. Agr. Federico Bert